-Aumentar motivación proporcionando
experiencias de éxito.
-Ayudar a pensar en positivo.
-Seguir rutinas en el funcionamiento de
la clase.
-Ayudarle y enseñarle a organizar sus
cosas en el aula.
-Dar a conocer la planificación de tareas
en las clases.
-No nombrar a menudo su nombre sobre todo
para algo negativo.
-Si es hiperactivo, dejarle ser el
responsable de borrar la pizarra o ir a hacer fotocopias…
-Permitir su necesidad de levantarse de
vez en cuando.
-Cambiar pruebas escritas por orales, si
eso hace bien.
-Situar al alumno en la primera fila y a
poder ser junto a alguien que le pueda ayudar o a veces solo si eso ayuda a la
concentración.
-Informar a los padres constantemente y
ponerlo en su conocimiento. Hacerle entender que su progreso es fruto de su
esfuerzo y de su trabajo. No comunicar solo lo negativo, también lo positivo y
siempre felicitando.
-Acortar las actividades.
-Extender el tiempo de realización de la
tarea.
-Dar espacio a la creatividad y tolerar su espontaneidad siempre
que vaya unida a la buena educación.
-Dar importancia a la calidad del trabajo
y no a la cantidad.
-Hacer las instrucciones más fáciles,
claras y concisas.
-Hacerle repetir oralmente las
instrucciones de una tarea.
-Uso de señales no verbales que
identifique y relacione con reconducir su atención.
-Intentar relacionar todas sus tareas con
los temas que le gustan, con sus puntos fuertes o potencialidades para
motivarse.
-Hacer grupos interactivos, pequeños,
para ayudarlo a relacionarse con el resto de compañeros.
-Hacer del aula un ambiente agradable,
limpio, ordenado y con luz y buen olor.
-Retirar objetos que puedan distraer .
-Evitar situaciones en el aula en las que
sabemos que se puede alterar.
-Ser flexibles en el trabajo autónomo.
-Recompensar o castigar con puntos, de
manera inmediata. En esto se requiere ser consistente y sistemático.
-Ante un estado de rabia o agresividad,
sacarlo del aula un rato y nunca a un sitio atractivo. No prestarle mucha
atención y castigarle adecuadamente un poco más tarde. Dar siempre una
oportunidad de perdón o resarcir el daño.